jueves, 26 de agosto de 2010

Capítulo 92: El sufrimiento de Zeraus


Yakio reía descaradamente disfrutando de su tortura, hasta que inesperadamente apareció Hatani al frente de él. Ella le miró furiosa, él se sorprendió, fue entonces cuando realizó un golpe Hyûga, pero Yakio se convirtió en polvo, sin dudarlo, Hatani hizo un potente giro celestial, lanzando al rubio lejos de allí. Luego ella fue corriendo hasta Akor y se agachó para levantarlo un poco.

:- ¡Akor! ¡¿Estás bien?! ¡Akor!-gritaba viendo a su compañero con los ojos cerrados del dolor y jadeando.
:- Ha… Hatani… al… ugg… aléjate-abrió un poco los ojos para verla.
:- ¡No! ¡No voy a seguir viendo cómo ese Yakio te tortura!-
:- Si… no… te vas… irá a ugg… por ti-
:- ¡No me importa! ¡Estamos en el mismo equipo! ¡No puedo quedarme quieta!-
:- Ro… Roy aún… necesita ugg… tu ayuda-dijo buscando una excusa para que se alejara:- Shunko… no lo venciste… ¿verdad?-al oír esto Hatani se sorprendió:- volverá… ugg… por ello… tienes que ocultar… a Roy…-

Hatani miró hacia atrás para observar a Roy, aún estaba solo, inconsciente. Luego volvió a mirar a Akor.
:- Pe… pero… tú…-
:- ¡Venga!-gritó de repente.
:- ¡!-se sorprendió aún más.
:- ¡Termina lo que has empezado! ¡¿Querías salvarle no?!-la miraba fijamente:- ¡Pues aún no has acabado! Ugg-al oír esto Hatani se levantó, seria.
:- Está bien… pero…-entonces miró a Akor con tristeza:- Por favor no mueras-dicho esto corrió hacia Roy, mientras el pelirrojo sonrió e intentó levantarse, pero no pudo.

Mientras, Makana se levantó después del golpe que le había dado Zeraus para apartarla, estaba anonadada.

:- Zeraus…-dijo en voz baja y luego se limpió la sangre que le salía de la boca:- “¿Qué te ha pasado?”-pensaba observando al sensei clavando una de sus armas a Tomoki. Entonces, el pelinegro explotó en forma de agua. Era una copia. Zeraus bajó su arma y miró a los alrededores, esperando a que su antiguo compañero apareciese para matarlo.

:- “¡¿Pero qué diablos…?! ¿De dónde ha sacado Zeraus ese poder? No… ése no es Zeraus…” pensaba el verdadero Tomoki, quien estaba escondido detrás de un arbusto:- “Esas armas… ¡Es Zantsy! Pero… si cuando Orochimaru le registró no encontró nada… Tsk… ¿Qué está pasando?”-

De repente Zeraus se quedó mirando en un sitio en concreto, en un arbusto determinado, el arbusto donde estaba Tomoki detrás. Éste se sorprendió mientras veía la mirada penetrante del sensei.

:- No es posible…-dijo.
:- Te encontré-dicho esto, Zeraus lanzó una de sus armas con un papel explosivo. Tomoki lo esquivó saliendo de aquel arbusto, fijándose que el arma desapareció cuando se produjo la explosión. Entonces observó a Zeraus, quien se dirigía a él con mucha velocidad, sorprendiendo al pelinegro. Hasta que de pronto, el fuego que cubría al sensei desapareció inesperadamente, al igual que su mirada, pues ahora mostraba confusión y asombro, perdiendo así la rapidez y provocando una caída. Tanto Tomoki como Makana se sorprendieron.

Tras la caída, Zeraus empezó a sentir numerosos dolores intensos, el dolor de la tortura de Tomoki, sus ataques de agua que no pudo esquivar, la tortura de Kabuto (aunque le había curado), además de las consecuencias de haber usado la técnica de Protección Ígnea. Consecuencias que hicieron que todos esos dolores se multiplicasen por diez, pues usó esa técnica cuando no le quedaba chakra. Zeraus no podía moverse, sentía como si su cuerpo estuviera a punto de romperse en mil pedazos. Apretó fuertemente los dientes, sus dedos se clavaban en la tierra cerrando después los puños, sus ojos estaban cerrados, muy cerrados de tanto dolor que sufría.

:- ¡Zeraus!-empezó a correr Makana desesperada por ver a Zeraus así:- “Está sufriendo. ¡Está sufriendo mucho! ¡¿Qué te está pasando?! ¡Zeraus!”-

El cuerpo de Zeraus empezó a temblar, sus músculos empezaron a contraerse, provocándole más dolor, él seguía aguantándolo apretando más sus dientes, abriendo las manos para clavar más sus dedos en la tierra, y cerrando más fuerte sus ojos, entonces, aparte de las consecuencias de haber usado ésta técnica antes, sintió cómo sus dolores se multiplicaron más, eran los otros inconvenientes que no pudo sufrir tras vencer a Kakuzu, debido a su desmayo. Sus músculos se contrajeron por completo, su cuerpo empezó a sangrar, al igual que sus dedos… al igual que sus ojos. Su respiración se dificultaba drásticamente. Zeraus no podía más…

Fue entonces cuando se escuchó un grito. Un potente grito que se escuchaba desde todos los ángulos. Un grito de dolor y sufrimiento. El grito de Zeraus sensei.

Makana se paró sorprendida en mitad del camino.

:- Zeraus…-sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas:- “Nunca… nunca le había oído gritar de dolor…”-su rostro mostró un gran temor:- “Entonces… si ahora…” Snf… Zeraus…-sus lágrimas caían sin parar escuchando los gritos del sensei. Makana no pudo más y siguió corriendo hacia él:- ¡Zeraus! ¡Zeraus!-gritaba desesperada.
Zeraus entonces dejó de gritar y movió sus pupilas para ver a Makana, ella se fijó que sus ojos estaban medio apagados, mostrando un gran sufrimiento. Empezaron a cerrarse.

:- ¡NO! ¡ZERAUS NOO!-gritaba Makana temiendo lo peor.
Finalmente los ojos de Zeraus se cerraron completamente, relajando todo el cuerpo.

:- ¡¡¡ZERAAAAUUUUUUSSS!!!-estaba a punto de llegar cuando de repente se paró observando que Tomoki había aparecido al lado de Zeraus, sonriendo.

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