jueves, 26 de agosto de 2010

Capítulo 91: La sonrisa del enfado. La fuerza de Yakio


El grito de Akor se escuchaba desde todos los ángulos, sentía un intenso dolor en su cabeza tras esquivar aquel shuriken.

:- ¡Yajajaja! Qué gran melodía ¿verdad?-se acercaba Yakio.

:- ¡Akor!-se alertó Hatani mirando la situación, mientras Roy, tras mirar el rostro de Hatani, quedó inconsciente.

Makana también escuchaba el grito, pero estaba más preocupada por Zeraus, cuya mirada era fría y penetrante.:- ¿Zer…?-
:- Estás en medio. Apártate-le dijo con una voz serena. Makana se sorprendió. El sensei, al ver que no se movía, la apartó fuertemente con un brazo, impactándola contra un árbol mientras él corría hacia donde apareció Tomoki levantándose; el pelinegro, sorprendido, vio cómo una de las armas de Zeraus estaba clavaba en su cuerpo.

Tanto Atoka como Yakuri escuchaban también el grito de Akor. Sin embargo, Atoka estaba demasiado impactada para reaccionar, mientras Yakuri la miraba fijamente, preparada para luchar.

:- Tú…-consiguió hablar Atoka, luego sonrió un poco:- Yamik…-fue interrumpida por Yakuri, quien de repente le hizo un corte en el hombro derecho y apareció detrás.

Akor sintió cómo el dolor se iba, dejó de apretarse la cabeza e intentó recuperar el aliento. Luego llegó Yakio.

:- ¿Ya se te fue el dolor? Ji, ji-le decía mientras le cogía de la solapa para levantarlo, entonces Akor volvió a sentir el dolor de sus órganos:- Supongo que ya te habrás dado cuenta ¿no?-

Entonces el pelirrojo abrió los ojos del asombro.:- ¿No me digas que…? Ugg-

:- Exacto. Cerebro… ¡Herido! ¡Yajajaja!-

:- “Pero… ¿cuándo…? ¡!”-entonces Akor recordó el pincho que lamió Yakio antes de lanzar el shuriken:- “Tsk, nunca me imaginé que mi cabeza en estado herido doliera tanto… es como si estuviera en grave...”-

:- Normalmente no suelo darle al cerebro… ya que tarde o temprano uno pierde el conocimiento al sufrir tanto… y entonces ya no sería divertido. Pero… en este caso… me hartaste ignorándome totalmente. Ji, ji. Quería darte una lección. ¿A que dolió mucho? ¡Yajajaja!-
:- Tsk… mierda… ugg…-dicho esto, Akor iba a sacar el kunai pero Yakio reaccionó antes y la sujetó.
:- Ji… ¡No me subestimes!-gritó mientras soltaba la solapa para halar del brazo agarrado, lanzando a Akor con mucha potencia.

Antes de que el pelirrojo se impactara contra una roca, apareció Yakio detrás acumulando una gran cantidad de chakra en su pierna izquierda. Al terminar, le golpeó con una potente patada en la espalda de Akor, éste sintió un intenso dolor, escupió mucha sangre y fue lanzado rebotando muchas veces en el suelo, levantando tierra, rompiendo algunos árboles y arrastrando la hierba, hasta quedar boca abajo en el suelo derramando sangre por las heridas de antes y por las causadas ahora.
:- ¡Yajajaja! ¡¿Qué te ha parecido?! ¡¿Akor Minaru?! ¡Yajajaja!-disfrutaba Yakio.

Akor empezó a toser expulsando sangre, tras parar, comenzó a jadear fuertemente. No podía moverse, aunque podía observa a Yakio acercándose lentamente.

:- “¿Desde cuándo Yakio es tan fuerte? La otra vez sólo me atacaba con los pinchos… tsk… realmente está enfadado… aunque lo oculte tras esa loca sonrisa”-pensaba mientras apretaba los dientes de la rabia:- “No puedo moverme…”-intentaba levantarse pero no podía, entonces le volvieron los dolores de sus órganos, menos el del cerebro, cosa que le extrañó.
:- No te preocupes por el dolor de tu cerebro, su intervalo es mucho mayor que el de los otros órganos… a no ser que te esfuerces ji, ji-le explicaba mientras seguía acercándose mostrando más pinchos en sus dedos.

:- Akor está en peligro… tengo que ayudarle-decía Hatani dejando a Roy acostado y corrió hacia su compañero:- ¡Aguanta Akor!-

:- ¡! ¡No Hatani!-gritó Akor haciendo que Hatani parara del asombro.

:- Vaya… ¿evitas que tu compañera se acerque? Ji, ji. ¡Qué conmovedor!- dijo Yakio parándose y mirando sonriente a Hatani:- Así que al final no la mataste... ji... ahora me "caes" un poco mejor...-
:- Ni… se te ocurra… hacerle… nada-le advertía Akor aún en el suelo boca abajo.

:- Tranquilo, yo no soy como Shunko. Ji, ji. Prefiero hacer sufrir a mi contrincante sin meter en medio a nadie. Pero…-le miró fijamente:- Si tu compañera se entromete en NUESTRA pelea… no dudaré en acabar con ella-

:-¡Como si pudieras vencerme!-intervino Hatani volviendo a correr.
:- ¡No!-
:- ¿Eh? Pero…-se paró al escuchar a Akor.
:- Este… es… mi combate-decía mientras forzaba su cuerpo para levantarse.
:- Akor…- 

:- ¡Yajajaja! ¡Estupendo! Aunque debo decirte que te costará controlar tu cuerpo, ya que tu cerebro está dañado-sonreía Yakio lamiendo sus pinchos.

Akor consiguió levantarse pero le costaba mantenerse en equilibrio aunque los dolores de sus órganos cesaron, además seguía jadeando.

:- No te entrometas… Hatani…-le decía poniéndose la mano en el profundo corte que le había hecho Yakio con el shuriken.

:- “Akor… ¿por qué no quieres que intervenga?”-pensaba Hatani preocupada.

:- Continuemos pues… con el combate… Ji, ji, ji-dicho esto aumentó su velocidad para pasar al lado derecho de Akor, éste apenas reaccionó cuando sintió un pinchazo en su pulmón derecho:- Ji… Pulmón derecho ¡Grave!-

Yakio entonces se paró quedándose detrás de Akor a una distancia de 1m, observando con placer cómo el pelirrojo se ponía de rodillas apretándose el lado derecho de su pecho, gritando.

:- ¡¡AKOR!!-gritó Hatani.

Akor dejó de gritar apretando los dientes y agachando la cabeza, para aguantar el dolor con intención de levantarse, pero Yakio de repente apareció al lado de él.
:- ¿Te duele? Ji, ji-le susurró al oído haciendo que Akor se sorprendiera de su presencia.

Entonces Yakio le agarró la cabeza y lo impactó contra el suelo. Mucha sangre se esparció por el aire.

:- ¡¡AKOOOR!!-se desesperó Hatani sin poder creerse lo que estaba viendo, observando cómo después, Yakio levantó la cabeza de su compañero y lo lanzó muy lejos de allí, haciendo que Akor rebotara en el suelo y se quedara finalmente boca arriba, sin moverse.

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