lunes, 30 de agosto de 2010

Capítulo 94: La petición de Akor. La respuesta de Yakio


Hatani sentía tanto dolor que apoyó la cabeza en el suelo sin dejar de estar de rodillas, mientras se apretaba el lado izquierdo del pecho y cerraba los ojos para aguantarlo.

:- “Duele… duele…”-era lo que pensaba, mientras Akor se encontraba detrás de ella jadeando fuertemente, observando a Yakio levantarse.

:- Vaya, ji, eso ha sido un buen golpe…-dijo mientras se levantaba con una mirada locamente alegre.
:- Por… favor…-intentó hablar Akor observando la mirada de su enemigo.
:- Hasta has conseguido que mi cabeza sangrara-sonreía mientras pasaba su dedo índice en su sangre para luego chuparlo.
:- Yakio… por favor… no la mates-

Yakio entonces dejó de chuparse el dedo y le miró fijamente, sin perder aquella tenebrosa sonrisa.

:- Ji, creo que ya se lo había advertido- el tono de su voz comenzó a ser seria, pero con la misma mirada alegre:- El que advierte no es traidor-
:- Acaba conmigo si quieres… pero a ella… déjala-
:- Akor, Akor, Akor… Has cambiado-
:- ¿Eh?-
:- Cuando te conocí aquella vez, eras más fuerte. Debe ser porque no te importaba nada Hatani. Ahora mírate… apenas lo que hiciste fue esquivarme y ahora es cuando me conseguiste golpear. Y todo por ella…-
:- ¿No apreciabas… tú el c… compañerismo?-
:- Exacto, y te felicito por aprender a ser un buen compañero. Pero… odio que me ignoren por ello, hace que me subestimen-dijo esto último mostrando un pincho en su dedo índice derecho.
:- Por favor, no lo hagas… Yakio-empezó a perder el equilibrio apoyando una rodilla en el suelo y tapándose el profundo corte.
:- Demasiado tarde- se preparaba lamiendo el pincho:- Despídete de ella-

:- ¡Antes dijiste que no eras como Shunko ¿verdad?!-gritó haciendo que Yakio parara de repente
:- ¿Eh?-
:- Si lo haces, estarás matando a un ser querido delante de mí sin que yo pueda hacer nada. Eso es tortura psicológica. Y ese no es tu estilo-
:- … -
:- Déjala… y te prometo… que la próxima vez… no me distraeré… estaremos solos… tú y yo… en una pelea a muerte-dicho esto los dos se quedaron mirando fijamente, hasta que finalmente Yakio se relajó haciendo desaparecer su pincho, sonriendo.

:- ¡Jutsu Blando!-apareció Makana de repente, golpeando a Yakio de tal manera que fue lanzando potentemente, pasando al lado de Akor, quien se sorprendió tras escuchar un susurro de él mientras pasaba.

:- Ji, ji de acuerdo- fue lo que susurró antes de perderse entre los árboles.
Akor entonces suspiró y perdió totalmente el equilibrio:- “Menos mal…”-fue lo que pensó antes de desmayarse del dolor.
Makana fue corriendo a comprobar el estado de Akor y luego fue hacia su hija.
:- Hatani, déjame aliviarte el dolor-
:- Mamá… ugg-decía mientras levantaba la cabeza para mirarla.
Entonces la madre puso su mano en el lado izquierdo del pecho de Hatani transmitiéndole un chakra verde. Tras un rato, el dolor desapareció.

:- Ya está, no sentirás dolor el tiempo suficiente para volver a la Villa-

:- ¿Y Zeraus sensei?-dijo mientras se levantaba.
:- Está bien… Sólo está inconsciente-contestaba observándole tumbado boca arriba:- Bueno, volvamos a la Villa Hatani-
Hatani se quedó quieta pensando mientras miraba por los alrededores:- “¿Y Yakuri?”-finalmente la vio junto con Atoka y se sorprendió.
:- ¿Hatani?-preguntó Makana al ver que ella no se movía.
:- Mamá… ve tú, yo te seguiré después-dijo sin mirarla.
:- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué estás diciendo?-
:- Yakuri está peleando con Atoka, tengo que ayudarla-la miró seriamente.
:- ¿Yakuri?-se sorprendió Makana al ver su presencia en la batalla:- Pero… ¿Podrás tú sola?-
:- Sí, no te preocupes. Además, no estoy sola-sonrió volviendo a mirar a Yakuri. Entonces Makana sonrió también.
:- Llevaré a Zeraus y a tus compañeros al hospital, volveré pronto a por vosotras ¿vale?-
:-De acuerdo-
:- Volveré enseguida-finalizó con un beso en la mejilla y se fue llevando a Zeraus en brazos, a Roy en un hombro y a Akor en otro; mientras Hatani corría hacia el último combate.



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